Muchas
veces al llegar cansados y querer descansar en nuestra habitación, lo menos que
sentimos es un ambiente cálido y de tranquilidad. Esto se debe sobre todo a que
cuando nos disponemos a decorar, queremos incluir tanto elementos y tantos
detalles, que terminamos recargando el espacio y así también convirtiéndolo en
una habitación con carga tan distintas que se pasan hacer perturbadoras.
Para
que esto no vuelva a sucederte si ya te paso, o para prevenir que te suceda
algo parecido, puedes tener en cuenta algunos consejos sencillos pero que al
aplicarlos verás significativos resultados positivos. Para comenzar entonces,
incluye cojines versátiles, esto cumplirán la en primer lugar la función de
refrescar tu dormitorio. Dejando así de lado las fundas simples y que se tenían
que estar cambiando constantemente, por unos que sean estampados y que
simplemente agreguen dinamismo y vitalidad.
Por
otra parte, las flores serán por excelencia la mayor representación de armonía
y sutileza que puede haber. Incluye un arreglo floral sencillo, un mini bouquet
o hasta un sencillo florero con bambú, junto a la mesa de noche o sobre un
pequeño escritorio. Otros como un jarrón de cristal, una bandeja metálica, un
cesto de fibras naturales y así muchísimos más, que aunque son pequeños
elementos harán una gran diferencia.