Suele
suceder que le prestamos atención a todos los ambientes del hogar menos a las
habitaciones. Por ejemplo, es común que escuchemos que la sala debe estar
espectacular porque puede dejarse entrever al abrir la puerta, el comedor y el
baño porque hay que dejar una buena impresión a las visitas que se reciban, la
cocina no puede quedar de lado porque la familia está acostumbrada a reunirse y
compartir allí también, pero ¿y el dormitorio?, lo que acostumbramos es
simplemente a cerrar la puerta y cuando entramos vemos más de lo mismo.
¡No!
Ya es hora de que dediques un poco más a esta parte tan importante, donde no
importa el que dirán, sino que para ti sea un paraíso. Comenzaremos entonces
por determinar cuáles son los elementos que no pueden faltar para que este
espacio nos dé el confort que necesitamos.
Lo
primero es tener una buena cama, con un colchón que se adapte a tu forma de
dormir y cumpla con requerimientos especiales si son indicados medicamente,
además debe estar complementada con una muy buena almohada y sin olvidarnos de
que su lencería sea de algodón. Para
terminar el conjunto de elementos perfectos en tu cuarto, coloca una alfombra
que sobresalga un poco por los bordes de la cama y busca un armario que se
adapte tanto al espacio disponible, como al contenido de ropa, calzado y demás
accesorios que tengas.